INSTITUTO MULTIDISCIPLINARIO DE INVESTIGACIÓN PSÍQUICA Y
PARAPSICOLÓGICA
Medicinas Alternativas, Superación Personal, Paraciencias, Astrología,
Religiones, Metafísica, Yoga, Etc.
por Ludy Mellt Sekher
LA CARTA
NATAL
La carta astral es un mapa del cielo tal y como lo vería un recién nacido desde su cuna, excepto que también incluye la mitad invisible del cosmos que quedaría por debajo del horizonte. Simbólicamente, el círculo central del mapa representa la Tierra, donde nos encontramos nosotros. A nuestro alrededor, los doce signos del zodiaco forman una banda circular a lo largo de la eclíptica, ocupando cada uno un espacio fijo de 30 grados. Dentro de este espacio se mueven los planetas, pasando, a distintas velocidades, de un signo al siguiente en circuitos ininterrumpidos. La flecha hacia la izquierda representa el Ascendente que, simultáneamente, señala el signo que corresponde a la Casa 1. A partir de allí, en el sentido contra el reloj, el horóscopo se divide en doce segmentos, llamados casas, que corresponden a las diferentes esferas de la vida cotidiana.
La carta astral se puede también entender como un mapa de la situación kármica del alma. La ley universal del karma dicta que cada acción tiene su reacción, y los planetas pueden considerarse como las manos de un complejo reloj cósmico que nos indica «la hora del karma». Así pues, el horóscopo es una representación simbólica de la suma de nuestras actividades pasadas que forman la base de la existencia física y psíquica actual. Un análisis de la situación astral revela los puntos fuertes y débiles en la encarnación actual y nos puede ayudar a ver dónde esfuerzos darán frutos fácilmente y en qué aspectos hay que cultivar tolerancia y paciencia para superar con éxito dificultades, tensiones u obstáculos. No obstante, debemos siempre recordar que los planetas inclinan, no obligan. Es nuestra actitud, la que determina el resultado, porque:
Un barco va hacia el este, otro barco hacia el oeste, ambos empujados por los mismos vientos.
Pero son las velas -y no los vientos - los que determinan la dirección del viaje.
Por lo tanto, se dice que nuestro carácter es nuestro destino, o sea que el conocimiento y la voluntad nos permiten gobernar los planetas gracias a ese carácter inherente.
Un análisis astrológico puede tener diferentes aplicaciones. En primer lugar, es un método para profundizar el conocimiento sobre nuestro propio cuerpo sutil, nuestra psique. A veces nos sorprende cómo nos comportamos o la manera en que reaccionamos, o nos cuesta aceptar un rasgo de nuestro carácter que no parece estar de acuerdo con la imagen que tenemos de nosotros mismos. Una consulta astro-psicológica puede iluminar esos fenómenos y aclarar aparentes contradicciones.
Las aplicaciones del conocimiento astrológico son muy variadas y dependen de las necesidades de cada uno. Debido a que cada persona es una entidad muy compleja, no se puede esperar que una interpretación del mapa astral vaya a abarcar la totalidad del carácter, y eso menos si no se conocen las circunstancias particulares del individuo.
Por lo tanto, se recomienda acudir a una consulta personal que permita al astrólogo enfocar el análisis con más precisión.
Aries tiene fuerte voluntad,
habilidad ejecutiva y un intrépido espíritu precursor.
Es ambicioso, emprendedor, vigoroso, combativo, voluntarioso,
independiente y activo. Quiere estar al mando y se resiente cuando se le
limita o rige.
Por ser porfiado y agresivo, bajo presión, su temperamento fogoso se
enciende. Debido a que se torna apasionadamente preocupado por las cosas,
cuando se le oponen, se vuelve pendenciero. Por otra parte, en su
trabajo constructivo, dirige su poder creador y su pensamiento original,
que siempre se halla guiado por el intelecto. La necesidad de combatir y
el entusiasmo competitivo hacen aflorar lo mejor de la persona de Aries,
pues constantemente se afana por el mundo personal.
La persona Tauro es afanoso, práctico
y con confianza en sí mismo. Trabajador constante e infatigable, con
enormes reservas de energía, puede esperar largo tiempo para que maduren
sus planes. No se entromete con los demás ni se inclina ante sus
opiniones. Más bien utiliza sus pronunciados poderes discriminativos. Se
halla fuertemente atraído por el dinero y , mediante el uso de éste,
encuentra su medio de expresión. Debido a que naturalmente es tranquilo y
pensativo, con frecuencia es reservado. Esta actitud encubre cierto grado
de timidez. Aunque lento para el enojo , cuando éste surge, se torna
furioso y violento. Pero cuando se calma, queda hosco y reservado y se
convierte en implacable enemigo. Por otra parte, si es amigo suyo, lo será
para toda la vida. Debido a que le desagrada el cambio de relaciones
personales, es proclive a volverse posesivo en exceso. La persona Tauro es
cuidadoso y firme tanto en el plano mental como en el de sus hábitos.
La persona de Géminis, despliega
considerable iniciativa. Dotada de naturaleza versátil, generalmente se
interesa por varias cosas a la vez y con frecuencia cambia de ocupación.
Siente atractivo por aprender, es mutable, sensitivo, hábil e intuitivo.
Debido a su curiosidad inquieta e insaciable, está buscando
constantemente el "por qué" de las cosas. Con intuición y
razonamiento debidamente desarrollado, llega a ser un buen maestro. Le
atrae toda clase de conocimiento. Posee maravillosos poderes de expansión
mental y un constante fluir de ideas expresadas a través de la conversación
y de los escritos. Enérgico y emprendedor, rápidamente adquiere
habilidad manual, con frecuencia siguiendo más de una ocupación al
tiempo.
La persona de Cáncer está sujeto a
caprichos, humores y cambios variados. Debido a que le resulta fácil
mantener su situación, le disgusta verse limitado a un simple ambiente.
Generalmente no en el campo físico, pero sí intensamente activo
asimilando y distribuyendo las impresiones que observe de su medio
ambiente. Debido a su extrema sensibilidad y a sus tendencias mediúmnicas,
el ambiente es lo más importante de su vida. Aunque es tímido y retraído
tiene un fuerte deseo de encarrilar sus ideas a su modo. Lo que le falta
en agresividad, le sobra en tenacidad.
Si a veces resulta difícil ser un
Leo, aún lo es más seguir siendo un Leo amable, pues grandes son en
extremo las tentaciones de abusar de su fuerza y convertirse en un pequeño
sol, a cuyo alrededor graviten fanatizados astros. La persona de Leo posee
fuerte determinación para ascender. Es vigoroso, cándido. Ama los
honores y empleos elevados. Se esfuerza por mandar más por la fuerza y
firmeza que por su viveza e intelecto.
Sus acciones se originan más en sus emociones que en otras cualidades.
Sus ideas son amplias y majestuosas, y menosprecia el pequeño esfuerzo.
Intensamente activo en el plano
mental, la persona de Virgo tiene la facultad de adquirir
conocimientos con facilidad. Ama más el trato de los hechos que el de las
teorías. Se inclina por las estadísticas y frecuentemente es una
enciclopedia informativa ambulante.
Por estudioso, vivaz y científico, mentalmente jamás está satisfecho
hasta conocer los resultados que pueden lograrse. Sus pensamientos,
sentimientos y acciones se hallan siempre motivadas por el análisis.
Debido a que es práctico y mundano, fácilmente puede darse por sentada
la objetividad. Por tanto, llega a ser excepcional confidente. Pero no se
espere de el que resuelva su problema al instante. Su aproximación
cuidadosa, seria y contemplativa con respecto a todo, le exige tiempo.
Acepta las órdenes con rapidez y usa su destreza y originalidad para
llevarlas adelante. Esto, sumado a su óptima cualidad analítica, lo
convierte en excepcionalmente valioso para ejecutivos que tienen a su
cargo tareas de planificación.
La personas de Libra tiene un
profundo amor por la justicia, la paz y la armonía, y se distingue por su
temperamento uniforme. Le desagrada tanto herir los sentimientos ajenos
que raras veces dice no. Debe aprender que, a la larga, agradará más a
los demás si cuenta con carácter para ejecutar firmes decisiones. No es
solitario, pues anhela compañía en todas sus actividades. Es cortés y
amable, y ansía profundamente la comprensión. Encuentra las relaciones
sociales esenciales para su felicidad y por ello no ha de vivir
aisladamente. Por esta razón, tiene un fuerte deseo de hacer amigos.
Debido a sus persistentes anhelos sociales y a su naturaleza sensitiva, ha
de elegir cuidadosamente sus compañías.
La persona de Escorpión tiene un
inagotable fondo de ideas y recursos y un magnetismo vital abundante. Este
magnetismo lo convierte en una excelente persona que cura naturalmente y,
a menudo, le posibilita llegar a ser un cirujano de renombre. Al tener
gustos y disgustos intensos, cuando los encara , lo hace con toda su
fuerza. A veces parece frío, calculador y antipático, pero esta actitud
puede con facilidad ser interpretada erróneamente. Se interesa
activamente por la gente de su calidad individual, estudia sus acciones
para aprender cuál es la diferencia entre una persona y otra. Su interés
por los demás puede surgir de que ella misma tiene una personalidad
compleja y un talento variado.
SAGITARIO
( del 23 de noviembre al 21 de diciembre )
La motivación del sagitario no
surge por entero ni del intelecto ni de la emoción. Su expresión
deriva de la fusión de ambos. Nunca se engaña con las apariencias e
instintivamente emplea el sano juicio. A pesar de su naturaleza idealista,
no es propiamente un soñador, sino que tiene habilidad para bajar sus
ideales hasta un nivel de practicidad. Aunque puede dar y recibir órdenes,
naturalmente es un ejecutivo. Su talento se pone mejor de relieve en una
atmósfera amistosa. Tanto en el pensamiento como en la acción, marcha
directamente hasta el objetivo, cuidándose más de la efectividad que de
la elegancia.
CAPRICORNIO
( del 22 de diciembre al 20 de enero )
La persona de Capricornio ambiciona
en extremo el éxito mundano, la riqueza y la posición. Por ser buen
organizador, tiene la facultad de unir tendencias disociadas, por síntesis
y economía. Está en su mejor estado cuando se le confiere
responsabilidades y puede asumirlas exitosamente. Paciente y constante,
emplea esfuerzo concentrado y experta gestión para salvarlo todo, excepto
los obstáculos insuperables. Aunque humildemente sumiso para con los que
tienen poder, se afana constantemente por conseguirlo para sí de forma
tal que los demás se inclinen ante él. La persona de Capricornio se
adapta a cualquier requisito para lograr su objetivo. Está continuamente
alerta para obtener beneficios de la debilidad de los demás, utilizándolos
para su logro o para lo que juzga que es mejor para la sociedad
toda.
La persona de Acuario es progresista
y generalmente posee ideas más avanzadas que sus compañeros. Aunque se
trate de uno de los signos más impersonales, por lo común es agradable,
amistoso y cariñoso. Sabe qué decir y realizar, para producir un efecto
dado sobre aquellos con quienes está vinculado. Puede tener amena
conversación, debido a su interés por la educación, nuevos
descubrimientos, últimos avances científicos e invenciones-al igual que
acontecimientos actuales-. Le resulta más fácil aprender de lo que
escucha de la charla de los demás, que a través del estudio por medio de
libros. Actúa más en el plano mental que en el emocional.
Impresionable ante lo que le rodea,
la persona de Piscis vigila constantemente sus pensamientos, sentimientos
y acciones. Sensitivo y psíquico, está a tono con todo su medio
ambiente, en lo bueno y en lo malo. Debido a que es proclive a ser
maleable, a menos que se esfuerce por conectarse al bien, puede fácilmente
ser arrastrado por el peso de su pensamiento negativo. Fácilmente puede
deslizarse hacia disposiciones de ánimo de autoconmiseración y pensar
que todo el mundo está en su contra. Si favorece demasiado estos
pensamientos, rápidamente puede dejar exhausta su energía nerviosa. Por
esta razón, debe estar íntegramente interesado y entusiasmado por lo que
está haciendo, especialmente su elección de trabajo. Ningún otro signo
tiene extremos temperamentales como Piscis.
