INSTITUTO MULTIDISCIPLINARIO DE INVESTIGACIÓN PSÍQUICA Y PARAPSICOLÓGICA
Medicinas Alternativas, Superación Personal, Paraciencias, Astrología, Religiones, Metafísica, Yoga, Etc.

por Marta Miranda


 


Entre quienes emplean los campos magnéticos para curar, a veces existe confusión sobre los conceptos de Biomagnetismo y Magnetoterapia.
El Biomagnetismo es una de las ramas de la Biofísica, que estudia los efectos del magnetismo en los organismos vivos.
La energía magnética es fundamental para la vida.
Se ha observado que las personas que sistemáticamente se someten a tratamientos con magnetos tienden a rejuvenecer. Uno de los síntomas es la reactivación de la melanina del pelo y consecuentemente la recuperación de su color.
Los resultados de muchos trabajos de investigación demuestran que el metabolismo y el potencial de hidrógeno (pH) de los seres vivos son afectados por los campos magnéticos.
El campo magnético de la Tierra que está afectando permanentemente a todos los humanos, se modifica localmente con frecuencia, debido a las explosiones solares, el movimiento de la Luna y las tormentas eléctricas.
Los campos magnéticos internos del organismo también se alteran por intoxicaciones, infecciones, traumatismos, tensiones, calidad y cantidad inadecuadas de alimentos y componentes del aire, etc.
Todo esto tiende a modificar el comportamiento del cuerpo humano, el cuál gracias a su función homeostática o de autocontrol reacciona para restablecer y conservar el estado de balance dinámico entre la mente, masa anatómica, composición, metabolismo, funciones y energía, pero cuando se rebasan ciertos límites, la homeostasis no es capaz de restablecer el equilibrio y entonces, se presenta la enfermedad.
Los magnetos se clasifican según su polaridad, el material del que están hecho, y la fuerza que tienen.
La Magnetoterapia es la terapia que utiliza las propiedades curativas de los Imanes en el tratamiento del dolor y la enfermedad.
El enorme imán terrestre ejerce una gran influencia sobre la vida del planeta, ya que su campo magnético, aunque muy pequeño en intensidad, posee unas líneas de fuerza que lo traspasan todo, incluso los órganos internos de nuestro cuerpo. Por ello, cuando se aplica un imán en una zona del cuerpo afectada por alguna dolencia, sí esta se debe a alguna alteración de su estado magnético, el campo del imán reordenará en este sentido la zona afectada, aliviando el sufrimiento que producía dicho desorden. Este es el principio básico de la Magnetoterapia.
En los orígenes de esta modalidad se utilizaba imán, o imán natural (Magnetita, Oxido Ferroso-Férrico, Fe3 O4), mineral cristalizado en masas compactas de un bello color negro ébano con brillo metálico, pero ahora se usan imanes permanentes de hierro, que son de menor tamaño y, por lo tanto, más manejables, tienen más potencia y su acción es más rápida.
La aplicación terapéutica del imán es de gran ayuda, tanto en dolencias y enfermedades crónicas como en las recientemente contraídas, y mejora sustancialmente la circulación de la sangre. También reporta beneficios como preventivo.
Polaridad del Imán
El imán tiene dos polos y cada uno de ellos tiene efectos terapéuticos diferentes. El Polo Norte corresponde al potencial negativo (-) del imán , mientras que el Polo Sur al potencial positivo (+).
El Polo Norte está principalmente indicado para calmar o suprimir el dolor, así como para combatir procesos inflamatorios e infecciosos.
El Polo Sur proporciona energía, fortaleza, vitalidad. Por lo tanto, está especialmente indicado en casos de rigidez, atrofias, debilidades y desgarros musculares, fracturas de huesos y ligamentos, esguinces, rehabilitación, cicatrización de heridas, artrosis, etc.
El Polo Norte (-) inhibe, detiene los procesos nocivos para el organismo y, además, es regenerador y relajante.
El Polo Sur (+) activa, impulsa y fortalece los procesos biológicos del organismo, es dinamizador y vitalizante.
Modo de Empleo: Para su uso terapéutico, el imán es de fácil aplicación, basta poner el polo seleccionado en la zona afectada. Cuanto más ceca esté de la piel, más rápidos serán sus efectos, aunque el imán también se puede poner encima de las prendas de vestir.
Tiempo de Aplicación: El tiempo de aplicación del imán variará según las dolencias y enfermedades que se tratan. Se recomienda dos o tres aplicaciones diarias, en secuencias de quince a cuarenta minutos, incluso más si fuera necesario.
Dolores Musculares: Aplicar el Polo Norte durante 10 minutos, dos veces al día. El dolor suele desaparecer al cabo de 8 días.
Dolores Dentales: Situar el Polo Norte directamente sobre la piel, a nivel del dolor, hasta que este se alivie o desaparezca.
Artrosis: Aplicar el Polo Norte de un imán en la zona dolorida. Cuando no haya dolor usar en la zona el Polo Sur para regenerar los tejidos.
Quemaduras: Aplicar sobre la quemadura, con una gasa esterilizada y el mayor tiempo posible, el Polo Norte del imán, hasta que desaparezca la ampolla.

Los imanes no deben ser usados en las embarazadas y en personas que tengan marcapasos, porque los patrones magnéticos podrán afectar su funcionamiento.

Marta Miranda


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